La idea del eterno retorno, es lo que nos plantea Nietzsche como una de las reflexiones acerca del tiempo y Milan Kundera trae esta reflexión hacia las relaciones de pareja.
“Una y otra vez conocer a una persona que puede ser el amor de tu vida, una y otra vez empezar y terminar una relación, una y otra vez volver a intentarlo, pero el simple hecho de pensar que el verdadero amor llega una sola vez en la vida, es una carga casi tan pesada como la idea del eterno retorno”…
Con estas reflexiones empieza la Compañía Nacional de Danza a deleitarnos con su puesta en escena del coreógrafo cubano: Jorge Alcolea, interesante performance de bailarines con gran técnica, podemos apreciar al inicio de la obra, con motivo del Internacional de la Danza, El Teatro Nacional Sucre abrió sus puertas al público quiteño y lleva la obra: “La Gran nostalgia” integrando a la misma una proyección de video con la que los bailarines interactúan, manteniendo al público alerta de todo cuanto ocurre en el escenario.
La obra continúa con un nivel técnico muy interesante en el que sobresalen bailarines como: Cristian Albuja, Yolanda Endara, Sebastián Salvador, Yulia Endara entre otros, aunque la puesta en escena es interesante maneja los mismos parámetros ya desgastados en el ámbito dancístico, como son las repeticiones constantes de frases bailadas, cosa que se vuelve monótona para el espectador . La obra es muy prometedora en sus inicios cuando mezcla video con danza pero mientras se desarrolla va perdiendo fuerza sin llegar al clímax en ningún momento cosa que con la absoluta sincronicidad que nos muestran es restado importancia a los pequeños errores. Ya que la danza en el Ecuador esta creciendo debo añadir a mi criterio que no me gustaría ver como se estanca sin atreverse a la experimentación de otros medios que pueden volver mas interesante a sus puestas en escena, el momento que aparece la “video mariposa” te sientes en la expectativa de que van a utilizar otros recursos, pero para nuestra desilusión no vuelve a aparecer ningún otro medio y termina repitiéndonos un mensaje una y otra vez.
No vamos a negar ni menospreciar el gran trabajo del coreógrafo, ni de los bailarines que brillan sobre el escenario, esta es solo la opinión de quienes creemos y quisiéramos ver a estos grandes talentos arriesgándose en las nuevas tendencias de la danza, y que llegue el momento de sorprenderse a si mismos al regresar a ver y darse cuenta de lo que son capaces.
martes, 6 de mayo de 2008
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1 comentario:
Creo que el eterno problema del arte escenico en el Ecuador es que sus representantes no se atreven a mas y caen en la continua repeticion o copia.
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