domingo, 11 de mayo de 2008

La vie en Rose


Gorrión frágil, gorrión pequeño, gorrión. Piaf, gorrión, Edith Piaf. Edith Gorrión. La vie on Rose (Olivier Dahan, 2007) retrata la vida de la famosa cantante francesa, Edith Piaf. La estructura del montaje es fragmentada y muestra diferentes etapas de su vida. Sin embargo, la fragmentación funciona como un rompecabezas que nos muestra un todo coherente y ante todo sobrecogedor. Bien merecido fue el Oscar que recibió Marion Cotillard por su actuación. La risa, la forma de caminar, la sonrisa, la personalidad, de la actriz, nos hace ver en la pantalla realmente a la cantante que ha sido mitificada por su voz que cautivó a todo el mundo. A pesar de su pequeña estatura, Piaf es una de las más grandes cantantes de la historia. El film nos muestra esa grandeza que contrasta con la gran fragilidad del personaje. Edith fue Edith por su fortaleza de carácter y fue Piaf porque fue un gorrión: con el pecho hinchado de tanto cantar pero con los huesos frágiles, con las patitas delgadas. La película muestra una vida dura, en la cual Piaf logra alcanzar la fama internacional pero donde se va desgastando a un tiempo acelerado imparable, a la misma velocidad como se apaga la risa. Después de haber perdido a muchos seres queridos, su vida queda relegada al canto. Cantar es vivir y viceversa, no se concibe de otra manera. La fragmentación del film bien podría ser recuerdos que acuden a la mente de Edith Piaf en su lecho de muerte, pero hay vacíos que sólo serán llenados cuando acudan los recuerdos en el momento de su deceso; es ahí donde todo tendrá sentido.
La caracterización de Edith Piaf es excelente pues contiene una paradoja que la hace humana: ella es grosera, egoísta, loca, eufórica, alcohólica, enferma; sin embargo, es hermosa porque vive para el arte, para la belleza, para la sensibilidad del ser humano. Eso hace que ella en sí sea el canto y tenga la belleza de un pequeño gorrión en un árbol, el cual alberga toda la maravilla de la naturaleza.

1 comentario:

JFM dijo...

Una de las escenas que mas recuerdo es aquella en la que Edith, postrada ante sus amigos, recibe a un par de compositores quienes tocan para ella "Non, je ne regrette rien". Los primeros acordes logran que Edith despierte de su letargo y diga que quiere cantar esa cancion pues esta es, en escencia, lo que es ella. Quiza la pelicula es bastante melodramatica al mas puro estilo Hollywoodense; sin embargo, la actuacion de Marion Coutillard es fenomenal.