domingo, 4 de mayo de 2008

El elefante que llevamos dentro

El diccionario de la Real Academia de la Lengua, en la letra “b” define a Belleza: conjunto de cualidades que se perciben por la vista y el oído y producen un placer espiritual, intelectual y sensorial. ¿Está de acuerdo Ud. con esta definición? Para muchos todo entra por los ojos, y a lo mejor con el tiempo te darás cuenta que existen otras cosas más.

No vamos a centrarnos en dónde radica la “belleza” del hombre elefante, o qué recursos utiliza el director para presentárnoslo. El esfuerzo de David Lynch en The Elephant Man (Reino Unido, 1980) de traernos a un hombre de excepcional sensibilidad en muchos aspectos pero lleno de deformidades, es toda una encrucijada. Trata de decirnos que existe belleza en lo más profundo de lo horrible? o talvés que la vida sería una miseria sin momentos de gloria, ese tocar el cielo con las manos y ser el protagonista máximo de los acontecimientos. De una u otra forma, cada ser humano tiene el designio de vivir su momento de grandeza, pero seguramente tras haber recorrido con desazón los obstáculos de la vida.

En fin, esa mentira que la cara es el espejo del alma, poco a poco se convierte en una verdad. En estos tiempos en que todo es imagen, a nadie le importa si existe una belleza interior o una extraña virtud por descubrir. Una buena foto convence a todos. Si no es bello, o no cumple los cánones establecidos por la sociedad globalizada, simplemente no existe o queda auto-excluido. Para muestra un botón; lo comprobé cuando la semana anterior fui a hacer una denuncia a la Intendencia de Policía, y observe que únicamente a los tipos que parecían importantes, muy bien vestidos y perfumados, les daban un trato diligente en sus gestiones; mientras tanto en la sala de denuncias contigua varias personas normales, seguían esperando su turno. Según ese punto de vista, se podría decir que John Merrick, el protagonista con grandes deformaciones, fue un aventajado al poder disfrutar de muchos elogios en la época que vivió; considerando que la película fue tomada de hechos reales suscitados en la Inglaterra de la época victoriana.

Para vanagloria de los feos, el desenlace de la historia del "monstruo de la era victoriana" es formidable. Es la auto-eliminación del ser, como corresponde, habiendo alcanzando su apogeo máximo. Solo en ese momento el hombre elefante adquiere una verdadera grandeza que lo distingue del resto. Es la proclamación del triunfo ante la adversidad, donde la realización pesa más que la muerte, donde el feo se nos queda mirando a los ojos, diciendonos que somos nosotros los presos en este circo ambulante llamado sociedad.

3 comentarios:

aleja dijo...

No he visto todavía esa peli, sin emabargo me parece que tu comentario, se sale un poco del conetxto del film y empiezas a hablar de lo que para ti es la belleza. En ese caso, para mí la belleza está en el arte y en esa sensación de decir: chucha qué bien hecho esto porque me llegó al alma. De ahí la belleza del ser humano es cualquier cosa subjetiva tanto físicamente como internamente. No a todos les gustan las mismas personas que son bellas por adentro. De hecho en el arte también hay esa subjetividad, pero hay algo que no sé qué es que es universal.

JFM dijo...

La belleza es al fin y al cabo un concepto elaborado por la cultura, por el "deseo", por la costumbre. No siempre nos podremos enamorar de la belleza de las personas o de las cosas; pero el simple hecho de que algo te haga pensar un poquito alla de las narices o conmueva tus sentidos indica ya de por si esa "belleza" que todo objeto o persona puede tener. Hay conceptos y conceptos de la belleza tan diversos como diversos son los habitantes de esta "aldea global"...

Anónimo dijo...

A decir verdad hace mucho q la he visto y no recuerdo demasiado...pero te puedo decir que aunq es cierto q la belleza entra por los ojos,,,esa belleza puede perderse,por una pensamiento muy limitado,una voz chillona,o simplemente porque no tiene una conversacion interesante ,la sociedad de hoy en dia ha perdido muchos valores q se llevan en el alma..y a veces no tiene q ver còn "lo que se ve"...toso se llevan por las imagenes,pero lo valioso esta dentro