Todo empezó esta misma tarde cuando sonó el teléfono; contesté… estaba contento de que me haya llamado; siempre me ha gustado escuchar su cálida y agradable voz, pero hoy, sin embargo, no era la misma; su voz había cambiado y sus comentarios fueron agrestes. Por un momento pensé que estaba hablando con otra persona, pero no. Era ella.
“¡Eres un al huevo mala gente!” gritó. No supe que contestar.
“¿Por qué ya no quieres verme?” preguntó. “¡Di que no quieres verme!” continuó.
Balbuceé algo sin sentido, trate de explicarle…, pero ella, sin escucharme dijo “¡chao!”, y luego nada, se había ido.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
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1 comentario:
Por si revisas esto Kléver, hay t va mi comentario:
chiiiiiiiiiiiii
Ana Luisa
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