
Últimas gotas del desagüe, últimos giros al ritmo del sol y del viento. Mirada displicente y búsqueda perdida. Roce de piel, risa cómplice. Melancolía en tu baile ocular. Acaso me estarás buscando perdidamente? Ese paso presuroso se dirige hacia mí? Será que ese balbuceo intenta decir mi nombre? con esos labios que explotan de rojo fuego, sabor a nada. Soltate el pelo y dame un toque del perfume de tu cuello. Abrite la blusa y dejame entrar en tu mundo. Mové tu cuerpo y obsequiame el baile de tus aretes, el hipnótico balanceo del crucifijo sobre tus senos; el estrangulamiento de tus labios al exhalar el humo del cigarro. Mujer porteña, dulce como el vinagre, regalame el último sorbo de tu indiferencia.
21-01-2010
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